Encontramos en esta cancha condiciones atmosféricas muy diferentes, teniendo en cuenta su localización y topografía. No es lo mismo jugarla en horas de la mañana que en horas de la tarde, cuando los vientos que cruzan por el gran cañón vienen a darle una presentación distinta a quienes tiene la oportunidad de hacer su recorrido.
La utilización de este campo, donde en 9 hoyos tenemos diferentes exigencias para lograr su cometido puede tener la posibilidad de acortar y disminuir su dificultad, dependiendo del uso de los tees de salida, nos da la oportunidad de ofrecer al jugador la cancha que el escoja para afrontar uno de los campos más diversificados que se puedan presentar en el país. Un total de 3.600 yardas para los 9 hoyos, la arborización en crecimiento, la topografía de los fairways enmarcados por un denso rough a todo lo largo del campo, la hacen que sea un verdadero desafío golfístico para quienes estamos invitados a distracción o a competencia, en un escenario para todos los gustos y categorías de practicantes de este deporte.